La seda tiene un olor único debido a la sericina, una proteína que se encuentra en los gusanos de seda. Cuanto más refinada sea la seda, menos sericina contiene, pero incluso la seda de más alta calidad todavía tiene alrededor del 10%-15% de sericina. Este olor puede ser confundido con productos químicos, pero tenga la seguridad de que ninguno de nuestros productos de seda ha estado en contacto con sustancias químicas dañinas durante ninguna etapa de su producción. Por otro lado, la sericina tiene algunos beneficios para la salud, como ser antioxidante y resistente a los rayos UV.
Cuando desempaques la seda, el olor es más fuerte ya que no hay lugar para que se disipe. Por lo general, solo toma un corto período de tiempo antes de que el olor se vuelva apenas perceptible. Si encuentras que el olor es demasiado fuerte para soportarlo, cuelga nuestros productos en un área con buena circulación de aire durante unos días y espera a que el olor se disipe antes de usarlos. NO uses agentes de limpieza fuertes como la lejía, ya que puede dañar las propiedades naturales de la seda y reducir la vida útil del producto.